jueves, 27 de noviembre de 2008

Redefiniendo a los Vampiros Part I



Todo comenzó el día q mi mamá entró a mi cuarto diciendo -Ten, te va a gustar, la historia está linda y además me recuerdas a uno de los personajes-, acto seguido dejó un libro en mi cama. Un par de manos entrelazadas sostenían una manzana roja que contrastaba con el negro de la pasta. "Crepúsculo", leí en el título, lo cual no me daba un indicio de nada. Sin embargo, la contraportada hablaba de una chica perdidamente enamorada de un vampiro, que por si fuera poco, ansiaba beber su sangre. -¡Qué masoquista!-pensé...y me senté a leer.

La historia probablemente ya todo el mundo la conoce: una niña pobre, triste, solitaria, además de torpe y poco agraciada y con unos padres divorciados decide irse a vivir al lugar más desolado de Washington en el cual llueve el 95% de los días. Ante esto, cualquiera perdería el interés y admito que estuve a punto de hacerlo hasta que ellos aparecieron: los Cullen.

Jajaja sí, si lo que estaban esperando era una reseña del libro, no lo haré xq seguramente ya debe haber unas 48562540 en internet y sería muy aburrido...lo más importante de este libro, para mi gusto, no es que Robert Pattinson (mejor conocido como Cedric Diggory) sea el protagonista de la peli o q una vez más se intente hacer una franquicia cinematográfica de una ya consolidada franquicia literaria, para nada, lo q hace a este libro y su autora importantes es la redefinición de los vampiros.

Así es, atrás quedaron los días en que los vampiros eran seres monstruosos protagonistas de varias pesadillas (recordemos películas como Nosferatu o Drácula); y desde "Entrevista con el Vampiro" nadie había generado tanta euforia al proponer a este ser "no-natural" como propio de una belleza superior a la humana. De modo que...Stephenie Meyer...le dio al clavo al crear a Edward Cullen y, en general a su familia.

Pero...¿xq Edward Cullen? ¿cómo redefine este personaje a los vampiros? La respuesta es sencilla y (si eres como Sara) bastante cursi y anticuada: esta autora convirtió a un monstruo de antaño en el "timeless" ideal romántico. Edward es ese hombre q las mujeres vivimos buscando pero q ya no existe xq es de otra época y q no existirá jamás xq, afrontémoslo, x mucho q lo deseemos, los vampiros y en especial ésa clase de vampiros son una invención literaria, muy buena, pero al fin y al cabo eso jeje una ficción (pero no desesperen chicos y chicas muchos de los hombres de nuestra época también valen mucho la pena). Entonces, Edward lo es todo, es el "Príncipe Encantador" que siempre acude en defensa de su amada, el caballero que no necesita armadura porque es absolutamente hermoso, el músico y compositor incomprendido que hace las creaciones más maravillosas, el alma atormentada que añora ser rescatada y, por si fuera poco, además de ser romántico hasta la médula, tiene la fuerza y las habilidades que cualquier super héroe de cómic envidiaría. Así que...señoras y señores...¡enhorabuena a Meyer por crear al "Prince Charming" de la literatura gótica!

Pero esto sólo tiene que ver con el protagonista, la familia Cullen es aún mucho más interesante...pero bueno jajaja eso lo dejo para otra entrada!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola mi estimada AliCe!!! Muy interesante tu ínterpretación del Vampiro Edward...ajajajaja...sólo le veo que está buenísimo, que es super rudo y que quiero que me muerda para unirme a su clan...jajajaja....bueno no, mejor que me muerda James (buaaaaaaaaaaaaaaaaa... James) que está más bueno, es mucho más rudo y no se alimenta de animalitos del bosque como el otro "pobre víctima de las circunstancias"....jajaja

Me da mucho gusto que ya tengas un blog, donde tus amigos y cualquier otro lector random pueda tener acceso a tu intesante mentecisha.

Besitos