jueves, 19 de febrero de 2009

Momentos de estupidez!!

¿Nunca les ha pasado que se quedan fracciones de segundos como imbéciles porque algo que ven los trastoca de una manera impresionante? Bueno pues a mi hoy me ocurrió…abajo, el culpable de mi momento de estupidez…


No sé si es por mi eterna cursilería pues la escultura se llama “Amor Secreto”(de Antonio Rossetti) o porque de verdad es tan real y tan hermoso que estuve casi 20 minutos viéndolo de todos los ángulos posibles preguntándome cómo demonios hizo el autor para que de verdad parezca que el querubín tiene una tela sobre su rostro! En marmol!

Jajaja así que, en honor a mi romanticismo, este es un momento de estupidez por el que vale la pena quedarse sin aliento. Lo pueden ver en el Soumaya en la sala de Rodin.

Pasión por lo efímero



El corset apretaba un poco; lo usaba ella, pero era a mi a quien le quitaba el aire


Ok, hoy decidí hacer algo productivo con mi desempleo (que espero acabe pronto!) y terminé en el museo Soumaya deleitándome con una de las exposiciones más disfrutables que he visto. La verdad fui guiada por el título y las imágenes que ya había visto en diferentes anuncios por la ciudad y no me quedo decepcionada; muy por el contrario, quedé fascinada.
La expo se llama “Moda y Modernidad” y estará en el museo hasta abril; y si son cursis y fashionistas como yo, no se la pueden perder.
Dividida en 3 partes, la muestra hace un recorrido, primero, por “lo efímero”, mi parte favorita, donde se muestran las tendencias que marcaron la época que abarca la expo (1780-1950) y cómo muchas personas (me incluyo) basamos nuestra vida en algo tan efímero como “la moda”.
Después, la exposición también habla sobre la industria, especialmente la del vestido y del surgimiento de marcas como Chanel, Worth y Lanvin, el desarrollo de los grandes almacenes e incluso el uso de los costureros, para culminar en la interrelación del diseño y el arte plástico. Esto es, uno puede pasar horas admirando los vestidos, los detalles, los zapatos, la ropa de dormir, los trajes de novia del México de la “Bella Época” y el “Romanticismo”, las lentejuelas, las crinolinas y hasta los ejemplares tempranos de revistas como Vogue!
En tres palabras…vayan, vayan, vayan!

lunes, 9 de febrero de 2009

Shakespeare era un genio!

“Algunos serán perdonados; otros tendrán su castigo; pues nunca hubo historia más dolorosa que la de Julieta y su Romeo”

Ok de inicio quiero decirles que ésta no es una entrada para los cinéfilos de corazón porque hablaré de una película muy comercial y que la verdad yo vi porque sigo fascinada con los vampiros. Se trata de Inframundo: la rebelión de los lycans.
Se supone que ésta es la tercera parte de la serie de Inframundo, cuyas 2 primeras partes (de las cuales solo vi la primera), había dirigido Len Wiseman (si no les suena es porque su carrera no es muy extensa, es más sólo se había dedicado a la creación de props en pelis como El día de la Independencia; sin embargo se lanzó a hacer estos filmes cuya protagonista es nada menos que su esposa Kate Beckinsale; sin embargo, para los amantes de los videojuegos, les anunció que está produciendo la versión para cine de Gears of War). En fin, esta trilogía gira en torno a la pelea ancestral que mantienen los vampiros y los hombres lobo, así que si quieren sacudirse un poco la melosidad de Crespúsculo ésta es una buena elección, aunque del amor no se salvarán.
Sí sí, la verdad es cuando me decidí a ver esta peli dije, ok preparémonos para hora y media de sangre, matanzas y violencia vampiresca, pero la cuestión es que, a final de cuentas lo que me contaron fue una historia de amor; y ¡no cualquier historia de amor! Fue todo un Romeo y Julieta pero con vampiros y hombres lobo. Me explicaré mejor.
Como les dije ésta es la tercera parte de la saga y es como una precuela, osea aquí te cuentan por qué se empezaron a pelear estas dos especies. Según la película, los hombres lobo eran como las mascotas de los vampiros, sus guardianes a la luz del sol; sin embargo, también eran esclavos pues eran animales irracionales e incontrolables, hasta que apareció Lucian, el líder de los lycans de las otras dos películas; una especie de evolución de los hombres lobo originales que podía cambiar de forma a voluntad y que además era un ser perfectamente racional. Por supuesto se convirtió en el favorito del líder de los vampiros, Viktor, quien lo prefería por sobre los otros esclavos. Sin embargo, Lucian cometió un error muy grande, se enamoró de la hija de Víktor, Sonja; y lo que fue aún peor, ella correspondió a su amor. Obvio, cuando se descubre éste idilio abominable comienza la rebelión de los lycans, pero la verdad me ahorraré el final jajaja porque si ya vieron las otras películas, ya lo conocen y si quieren ir a verla pues para que no se los arruine.


De modo que, lo que me encantó de ésta historia fue descubrir que: ¡Shakespeare era un genio! Escribió la más grande historia de amor de todos los tiempos y además la seguimos repitiendo en sus miles de variaciones. Así que no vayan a ver esta película esperando un argumento super profundo, personajes complicadísimos o un increíble trabajo de actuación, la verdad es que esta es una peli para divertirse sin pensarla jajaja y si son como yo…para encontrar la cursilería hasta es las situaciones más violentas!!