lunes, 18 de mayo de 2009

Diamantes para desayunar

Cuando recién comencé la carrera y apenas tenía unos cuantos amigos (nada como Sarix y Lalito) un tipo del que realmente ni siquiera recuerdo el nombre, platicando conmigo me dijo: “¿Sabes? Tienes el encanto de Holly Golightly y lo único que necesitas es un Paul Varjak”. En ese momento yo me quedé como 2 minutos divagando quién demonios era la tal Holly. La verdad es que ahora que sé quién es, pienso que debí agradecerle el halago.
Pues sí, Holly Golightly es nada menos que la maravillosa Audrey Hepburn en una de sus películas más aclamadas, “Breakfast at Tiffany’s” (una de mis películas favoritas por cierto desde que la curiosidad me hizo buscar quién era la bendita Holly); y hoy escribo esta entrada gracias a que alguien, obvio mil veces más importante que el tipo “sin nombre”, hizo llegar a mis manos la todavía más célebre canción tema de esta película, Moon River.
Dirigida por Blake Edwards y basada en la novela homónima de Truman Capote; Desayuno en Tiffany’s, o Desayuno con Diamantes, o Muñequita de Lujo como se tradujo al español; cuenta la historia de una rara socialite de Nueva York que, huyendo de su vida humilde sureña, vive en un departamento a medio amueblar, tiene un gato sin nombre, se deshace de sus depresiones desayunando frente a los escaparates de Tiffany’s, siempre pierde sus llaves y deambula la Gran Manzana en busca del mejor partido para casarse. El sostén económico de Holly se compone de 2 ingresos: los 50 dólares que sus acompañantes le ofrecen para que vaya a polvearse la nariz y los 100 que recibe una vez a la semana por visitar en la cárcel a Sally Tomato, un ex mafioso. Sin embargo, la forma en la que Holly ve la vida cambia cuando conoce a Paul Varjak, un escritor de un solo éxito, que está al borde de la ruina y que se sustenta al ser el amante de una dama burguesa algo mayor que él, quien llega a vivir al departamento de arriba.
Y así, por extrañas coincidencias, dos personas que bien podrían no tener nada en común se convierten en amigos, confidentes y a fin de cuentas se enamoran en la ciudad de los rascacielos. Paul es atraído por el bello ingenio, a veces inocente, completamente extraño y ecantador, de Holly, pero al mismo tiempo, es testigo de la enorme tristeza que le embarga pues está constantemente huyendo de sí misma; y, por su parte, Holly le devuelve a Paul la inspiración y la voluntad para ser mejor amando a alguien.
Por demás, una de las mejores novelas de ficción de Capote, quien crea en Holly un ícono de inspiración para las mujeres. Aunque es prudente mencionar que el personaje fue un poco cambiado de su concepto original pues en la novela Holly era bisexual y el autor expresamente solicitó a Marilyn Monroe para interpretarla en la pantalla grande; sin embargo, al final tuvo que aceptar la decisión de concedérselo a Hepburn.
La banda sonora de la película de Henry Mancini y Johny Mercer es en sí un gran logro también creando con Moon River uno de los leit motif más recordados del cine, que junto con el clásico vestido negro, la tiara y el cigarrillo se convertirían en imágenes ícono de su protagonista.
Así pues este es un clásico de Hollywood que vale la pena recordar y que si no han visto no se pueden perder. Y para terminar sólo puedo decir:

Moon river wider than a mile
I’m crossing you in style some day
You dream maker, you heartbreaker
Wherever you’re going, I’m going your way

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡AH!...Marilyn Monroe....¡¡¡Oh Dio, che fremito!!!