domingo, 11 de enero de 2009

En una tierra lejana llamada Oz...



Somewhere over the rainbow skies are blue

And the dreams that you dare to dream

Really do come true

En una tierra lejana, donde lo antiguo se mezcla con la “modernidad” y donde la magia y los malos espíritus no pierden su vigencia se desarrolla Australia, la nueva película de Baz Luhrmann. El argumento sigue la vida de un pequeño niño “mestizo” (hijo de una mujer aborigen y un hombre blanco), perteneciente a las llamadas “Generaciones perdidas”; esto es, niños que eran separados de sus madres aborígenes y obligados a vivir bajo la tutela de la Iglesia, para iniciarlos en el servicio a los blancos, que era, por supuesto, a lo más que ellos podían aspirar.
La verdad es que siendo fiel a mi romanticismo, debo decir que ésta película lo tiene todo: una especie muy sui generis de western, un enorme melodrama, una cursi historia de amor, comedia, racismo, unas de las mejores texturas fotográficas que he visto y también, por qué no, un asqueroso final feliz hollywoodense. Ok, me explicaré punto por punto.
· El western: El estilo de vida propio de Australia en los 50 arroja al 100% la sensación del western con los grandes espacios abiertos, los arreos de ganado, e incluso la lucha entre buenos y malos, sólo que en ésta ocasión se trata de los blancos malos que explotan a la gente y los blancos buenos que defienden a los aborígenes.
· El enorme melodrama, la cursi historia de amor, la comedia y el racismo: En resumidas cuentas, una aristócrata inglesa se ve obligada a ir al inhóspito territorio australiano para obligar a su marido a vender el rancho ganadero que tiene ahí y hacerlo regresar a Inglaterra para alejarlo de la vida poco refinada que se lleva en el territorio y de las mujeres aborígenes de moral distraída (jajajajajaja sólo lo puse por ti flaco jajajajaja). Por supuesto, ella es la típica niña rica que tiene que sufrir toda una transformación al ver muerto a su esposo y tener que asumir responsabilidad por el rancho, sus habitantes y además enamorarse del maravilloso Hugh Jackman, (que por supuesto en un capataz rebelde que se junta con los aborígenes y al que no quieren los blancos) y tratar de convertirlo en el lindo papá de Nullah (el niño mestizo que desde mi punto de vista es el pilar de la película y lo que hace que valga la pena).
· La textura de la imagen: El director y el fotógrafo logran que todo el tiempo la película parezca antigua y que además, la mayoría de las escenas parezcan filmadas al atardecer, lo que al ser combinado con la naturaleza australiana, en verdad produce que el espectador pueda sentirse transportado a una tierra lejana, de magia y misticismo donde todo puede pasar.
· El asqueroso final feliz hollywoodense: Se dice que la propia Fox hizo que el director cambiara el final a solo unos días antes del estreno de la película pues creían que un final dramático no llamaría la atención de la gente por mucho que el filme se anunciara como la súper producción que es, lo que resultó en la molestia tanto del director como de los actores; sin embargo, la historia se adaptó a las exigencia de la casa productora. La verdad es que a mi me parece que si hay algo que criticarle a ésta película es precisamente esto pues rompe con todo lo que el argumento ya había planteado.En fin, ésta es una película que no se pueden perder si son tan cursis como yo y si creen que aún hay lugares en nuestro planeta donde pueden existir cosas tan ancestrales como la magia.

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