sábado, 27 de diciembre de 2008

Y el "Amanecer" llegó...


Así es, raras cosas son infinitas y la saga de Stephenie Meyer no era precisamente una de ellas. Por fin terminé con el último libro de los maravillosos vampiros y, aunque la mayoría de los finales de saga me dejan decepcionada (como el de Harry Potter), lo cierto es que, en esta ocasión, me quedo...conforme.

Sí, sí ya sé que nada me parece pero tienen que admitir que después de 3 libros de una protagonista víctima a la que hasta yo tuve ganas de asesinar, no esperaba nada mejor del último pero la autora lo logró. Jamás me imaginé que al final de todo, Meyer pudiera, además de redefinir a los vampiros, presentarnos nuevos y aún más interesantes personajes, mitos inimaginables y lo más enriquecedor de todo, una crítica a cualquier élite en el poder.

Por supuesto no les arruinaré el final pues la verdad es algo cursi y seguramente ya se lo imaginan. En ésta ocasión quiero hablar de los "Vulturi". Ya sé que seguramente para absolutamente todos los que no hayan leído esta saga ese nombre no significa nada así que les diré que son algo así como "la realeza" de los vampiros. Esto es, los Vulturi son de los vampiros más viejos que existen y controlan todas la actividad que a ésta raza le atañe. Y seguramente se preguntany qué hay que regular...a fin de cuentas hablamos de vampiros, pero la realidad es que, de acuerdo con Meyer, para un vampiro, lo más importante es que ningún pobre mortal sepa de su existencia, así es, no es que nosotros creamos que ellos no son más que una pesadilla, no, son ellos los que prefieren permanecer como eso (jajaja si yo me viera así lo que menos haría sería tratar de esconderme).

En fin, el gobierno Vulturi corre a cargo de 3 vampiros (sí algo así como los 3 poderes de la unión jeje): Aro, Cayo y Marco, que residen en una provincia italiana llamada Volterra y su trabajo es bastante simple; si un mortal llega a saber de la existencia de un vampiro o si un vampiro es lo suficientemente tonto como para mostrarse, la labor de los Vulturi es...¡eliminarlo! Por supuesto, Aro, Cayo y Marco no tienen que hacer el trabajo sucio, ellos tienen una guardia personal que se encarga de ello. Y si pensábamos que ser hermoso, practicamente indestructible y extremadamente inteligente no era suficiente, los Vulturi se rodean, además, de vampiros que tienen otras habilidades. Así es, Alice y Edward no son los únicos vampiros con habilidades sobrenaturales, hace falta mencionar que Jasper, por ejemplo, es capaz de controlar las emociones de aquellos que se encuentran en la misma habitación que él, y en particular los dones de los 2 miembros principales de la guardia Vulturi, los gemelos Alec y Jane. El primero es capaz de insensibilizar a cualquiera, esto es, no puedes ver, oir ni sentir dolor, ni siquiera moverte; y la segunda es capaz de producir un inceíble dolor a su víctima (parecido a la maldición cruciatus de Harry Potter pero sin varita jaja). Probablemente la siguiente cuestión sería y para qué tanta habilidad si lo único que hace falta es una estaca en el corazón. Pues no, de acuerdo con la autora eso de la estaca también es un mito y la única forma de asesinar a un vampiro es desmembrándolo y después quemando los trozos (qué sádico!).

Pero, después de toda la aclaración, qué tienen que ver los Vulturi en la historia de Bella, Edward y los Cullen. Pues en realidad todo se reduce al poder y a su conservación.

Como ya había explicado en entradas anteriores, los Cullen son una especie especial de vampiros que ha aprendido, primero, a ser vegetarianos y no alimentarse de humanos y segundo, a permanecer en un lugar por largo tiempo y crear relaciones afectivas, esto es, una familia, demasiado numerosa para tratarse de seres instintivos que prefieren estar solos. Esto, a final de cuentas, promueve que los Vulturi sientan amenazada su posición de poder y que busquen el pretexto perfecto para lanzarse sobre nuestros amados Cullen, el cual no diré xq, de nuevo, arruinaría el libro.

Y la verdad es que esta analogía (que distrae al lector de la ya gastada actuación de Bella) resulta extremadamente interesante pues hace referencia a lo que los excesos de poder provocan, incluso en estos seres sobrenaturales. El propósito de losVulturi, al inicio, era bastante noble: mantener a salvo el anonimato de los de su especie; sin embargo, y con el paso del tiempo estos vampiros comenzaron a aprovechar su posición para deshacerse de sus propios enemigos buscando cualquier pretexto (en las leyes que ellos mismos crearon) o para hacerse de otros vampiros con dondes sobrenaturales.

Así que, y para terminar, reitero, Meyer me deja conforme por 2 cosas en especial: crear a los Cullen y dotarnos de otro prototipo de vampiro y proveerlos también de su propio universo que es tan basto y complicado como el nuestro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amiga que bueno que ya acabste el libro y que como siempre le viste màs de un millòn de ascepciones epistemológicas y semióticas.

Después de sufrir (porque sufrí) la película, no me dieron ganas de leer el libro, creo que rompe con toda la tradición vampiríca de muchos años.

Te quiero mucho y te recomiendo un libro de vampiros que se llama Salem's Lot de Stephen King que también fue adaptado al cine en 1979 por tobe Hoper (El mismo de la Masacre de Texas) en una sublime cinta que se convirtió en objeto de culto.

Te amo amiga.

FEliz 2009