Así que el crédito de esta entrada no es del todo mio, es también de alguien a quien quise bastante y que, en honor a ese cariño, dejo en el anonimato. De modo que, gracias por estas palabras, por los halagos exageados que surgen del afecto, por estos recuerdos y por qué no también por subirme un poco el ego jeje. Es lindo saber la clase de huella que podemos dejar en la vida de otros.
Sí Sara, ésta es una cursilería más pero creo que es uno de los mejores regalos que alguien me ha hecho y, al ser época de regalos, quise compartir con ustedes, además, jaja para los que me conocen jaja también me tira un par de pedradas!!
2005-04-29
Te encuentras sola, sola como tantas veces, sola con es cabeza que, llena de pensamientos, jamás te deja y te consumes, al fin te abandonas a la desilusión y la pregunta que te asalta es siempre la misma “¿Por qué?”. Tu mente siempre tan llena de ideas y no puede dar respuesta a una simple pregunta. Quizá temes a esa respuesta o quizá temes darte cuenta de tantas cosas…pero la cuestión está ahí…¡Temes!
Alguien te dijo alguna vez que lo más sabio es el temor al miedo mismo, pero esto ya no es más un asunto de sabiduría, es un mar de sentimientos que ha comenzado a ahogarte y del cual no puedes huir como inteligentemente lo haces siempre cuando no sabes qué hacer. Si tan solo pudieras enfrentarlo, si tan solo pudieras reconocer que por primera vez no tienes control de nada, si tan solo comprendieras que el mundo está lleno de situaciones que escapan de tus manos, si tan solo no fueras tan terca, entonces, tal vez, ésta lucha interna no te haría tanto daño.
Era de mañana y caminabas como siempre a hacer una de las cosas que más te gusta. Lo más importante de ser todóloga, como tú, es encontrar a alguien que entienda tu delerium tremens. ¿Y quién lo diría? Ahí estaba yo, la persona que siempre te estuvo buscando y que ahora tenías enfrente sin saberlo. Ese loco que estaba demasiado ocupado en otras cosas como para notarte. Y qué ironía; lo mejor de tu vida pasa frente a tus ojos cuando no estás mirando.
Pero…¿lo ves? No todo estaba en tus manos; y el destino nos había traído al mismo tiempo y al mismo lugar y sólo él podría separarnos. Y la aventura comenzó, efectivamente, como me lo dijiste tantas veces: el amor es la más grande de las aventuras.
Y ahora tienes frente a ti algo nuevo, algo que apenas parece real y te niegas a creer que lo que siempre soñaste está ante tus ojos y aún así para ti tan inalcanzable. Sí, ésa es la palabra que retumbaba siempre en nuestras mentes, como un reproche de cordura -¡No es para ti! ¿qué no te has dado cuenta!- . Si tan solo hubieras sabido que yo pensaba exactamente lo mismo. Surge así el pretexto perfecto que siempre usas para escapar de lo inminente: “demasiado bueno para ser verdad”. Lo repites hasta el cansancio, como si sirviera para convencerte.
¿Por qué siempre luchas? ¿por qué te esfuerzas en creer que no tienes lo que ya has alcanzado? ¿Por qué no crees que lo mereces? ¿por qué no mejor dudas si yo lo merezco? Tú siempre tan segura y altiva, siempre con la respuesta correcta, siempre con el mejor consejo…¿por qué no tienes respuestas para ti misma?
Y entonces me conviertes en algo que no me merezco pero que me hace sentir tan pleno…tu ángel perfecto…si tan sólo pudieras darte cuenta que el ángel no soy yo sino tú misma…mi niña, tan fuerte y tan frágil al mismo tiempo, tan idealista y soñadora como una adolescente y a la vez tan cuerda, mi contradicción ambulante. Y entonces, con un poder que no comprendo, todos tus pretextos y defensas se vuelven absurdos y ahora ¿cómo huir? Como si yo fuera a permitirlo. Lo cierto es que ya no puedes, esto es inminente y ¿qué es lo inminente? Lo que queda cuando no hay más que ceder ante lo que ya ha ocurrido.
Te encuentras sola, sola como tantas veces, sola con es cabeza que, llena de pensamientos, jamás te deja y te consumes, al fin te abandonas a la desilusión y la pregunta que te asalta es siempre la misma “¿Por qué?”. Tu mente siempre tan llena de ideas y no puede dar respuesta a una simple pregunta. Quizá temes a esa respuesta o quizá temes darte cuenta de tantas cosas…pero la cuestión está ahí…¡Temes!
Alguien te dijo alguna vez que lo más sabio es el temor al miedo mismo, pero esto ya no es más un asunto de sabiduría, es un mar de sentimientos que ha comenzado a ahogarte y del cual no puedes huir como inteligentemente lo haces siempre cuando no sabes qué hacer. Si tan solo pudieras enfrentarlo, si tan solo pudieras reconocer que por primera vez no tienes control de nada, si tan solo comprendieras que el mundo está lleno de situaciones que escapan de tus manos, si tan solo no fueras tan terca, entonces, tal vez, ésta lucha interna no te haría tanto daño.
Era de mañana y caminabas como siempre a hacer una de las cosas que más te gusta. Lo más importante de ser todóloga, como tú, es encontrar a alguien que entienda tu delerium tremens. ¿Y quién lo diría? Ahí estaba yo, la persona que siempre te estuvo buscando y que ahora tenías enfrente sin saberlo. Ese loco que estaba demasiado ocupado en otras cosas como para notarte. Y qué ironía; lo mejor de tu vida pasa frente a tus ojos cuando no estás mirando.
Pero…¿lo ves? No todo estaba en tus manos; y el destino nos había traído al mismo tiempo y al mismo lugar y sólo él podría separarnos. Y la aventura comenzó, efectivamente, como me lo dijiste tantas veces: el amor es la más grande de las aventuras.
Y ahora tienes frente a ti algo nuevo, algo que apenas parece real y te niegas a creer que lo que siempre soñaste está ante tus ojos y aún así para ti tan inalcanzable. Sí, ésa es la palabra que retumbaba siempre en nuestras mentes, como un reproche de cordura -¡No es para ti! ¿qué no te has dado cuenta!- . Si tan solo hubieras sabido que yo pensaba exactamente lo mismo. Surge así el pretexto perfecto que siempre usas para escapar de lo inminente: “demasiado bueno para ser verdad”. Lo repites hasta el cansancio, como si sirviera para convencerte.
¿Por qué siempre luchas? ¿por qué te esfuerzas en creer que no tienes lo que ya has alcanzado? ¿Por qué no crees que lo mereces? ¿por qué no mejor dudas si yo lo merezco? Tú siempre tan segura y altiva, siempre con la respuesta correcta, siempre con el mejor consejo…¿por qué no tienes respuestas para ti misma?
Y entonces me conviertes en algo que no me merezco pero que me hace sentir tan pleno…tu ángel perfecto…si tan sólo pudieras darte cuenta que el ángel no soy yo sino tú misma…mi niña, tan fuerte y tan frágil al mismo tiempo, tan idealista y soñadora como una adolescente y a la vez tan cuerda, mi contradicción ambulante. Y entonces, con un poder que no comprendo, todos tus pretextos y defensas se vuelven absurdos y ahora ¿cómo huir? Como si yo fuera a permitirlo. Lo cierto es que ya no puedes, esto es inminente y ¿qué es lo inminente? Lo que queda cuando no hay más que ceder ante lo que ya ha ocurrido.
3 comentarios:
Amiga mía claro que tu Post del día me dejó más que pedradas fueron balas de cañon que caían directa sobre mi cabes, pero bueno qué se le va a hacer, he decidido dejar de buscar el amor para que el Amor me encuentre a mí.
(Sí quiere)
Comprato esta maravillosa frase de Lauren Weisberger (La del Diablo viste Prada) que dice.
If you think is too big. You don't deserve it.
piénsalo.
Besote
Cabeza no cabes.
Q oso.
te deje algo en mi blog
Publicar un comentario